Prepárate para triunfar + No sé dónde está el límite pero sí sé dónde no está

Este ebook incluye Prepárate para triunfar y No sé donde está el líomite pero sí sé donde no está

Prepárate para triunfar
El libro trata un paralelismo entre la economía y su quehacer como atleta: si la crisis tocó fondo en 2013, el autor tocó fondo en su carrera deportiva al no conseguir acabar el Seven Islands, una competición que se había marcado como objetivo.A partir de este paralelismo se explica que no hay excusas que valgan y que uno debe decidir si seguir quejándose y achacar todos los males a la situación económica o bien salir a triunfar.Todo ello con ejemplos reales de personas que han superado la crisis gracias a su tesón y esfuerzo.La actitud lo es todo. Puedes ser pasivo y dejar que las olas te lleven y te dejen donde la inercia decida. O puedes surfear por encima, decidir tu propia dirección.El libro lanza un mensaje positivo y da pistas para conseguir los sueños que tenga cada uno, tanto en lo profesional como en lo personal.

No sé dónde está el límite pero sí sé donde no está
Podría parecernos que es así, pero no. Nadie conseguirá convencer a Josef Ajram, ultrafondista y day trader de bolsa, de que encontró su límite en La Gomera en el mes de mayo de 2012, cuando una deshidratación producida por la calima le impidió alcanzar el reto de acabar siete ironmans seguidos durante siete días consecutivos.Para Ajram, al que han apodado como el profeta del esfuerzo, el fracaso sería no volver a intentarlo. Fracasar implica quedarse ahí lamentándose, algo que él no ha hecho nunca ni hará jamás. Así lo demuestra día a día superando retos en todos los aspectos de su vida. Porque no tener objetivos en la vida es como no tener nada.En No sé dónde está el límite pero sí sé dónde no está, seguramente su libro más personal, nos desvela, a través de anécdotas y experiencias vitales, cuáles son sus claves para ir superándose cada día, su idea del fracaso y del éxito, y su concepción del esfuerzo, entre otros aspectos. La vida, cuenta Ajram, son dos días, «así que en lugar de quejarse, más vale levantarse y volver a intentarlo con más fuerza».