Nunca el más allá estuvo tan cerca.
Si creía conocer las investigaciones de J. J. Benítez, se equivoca. Estoy bien es otra vuelta de tuerca en la producción literaria del autor navarro.
Veamos algunos pensamientos de Juanjo Benítez sobre el delicado asunto de los «resucitados»,
como llama él a los muertos que han vuelto:
«Estoy bien es tan increíble como cierto.»
«Se trata de 160 casos “al sur de la razón”.»
«Quizá este libro sea mucho más de lo que parece.»
«Estoy bien debe ser leído despacio, muy despacio.»
«El padre Azul (y su “gente”) se han sentado conmigo a la hora de escribirlo.»
«Si usted tiene miedo a la muerte, éste es su libro; si no es así, con más razón.»
«Algún día seremos esféricos.»
«Al abrir Estoy bien, usted debería ver una luz.»
«El concepto “vivo” necesita ser revisado.»
J. J. Benítez tiene 75 años. Asegura que él no tiene la culpa. Más de la mitad de su vida la ha pasado en las carreteras y en los aviones, persiguiendo sueños. De vez en cuando escribe. Fruto de esa tenacidad son 64 libros publicados y algunos inéditos. Sólo aspira a morir frente a su mar, en Barbate.
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Cuéntanos si has tenido alguna experiencia sobrenatural.
Pues, una vez, estando en mi casa, tuve un sueño muy extraño durante varios dias, en el sueño simplemente veia a una persona que conozco, debajo como de una carpa, y ya, despues de eso estuve como tres dias despertandome a las 3 am. Una de esas veces, me dieron muchas ganas de tomar agua, asi que fui hasta la cocina, tome un vaso de agua, pero sin encender ninguna luz, donde vivo no es muy grande, y di vuelta hacia mi cuarto, cuando estaba cruzando la sala, tropece con alguien alto, y lo recuerdo, primero pense que era el esposo de mi mama, y le dije "disculpa" pero sacudi la cabeza y no habia nadie. Hace una semana soñe algo simple, estaba detras de la puerta de mi cuarto, y este señor, que segun yo habia tropezado a las 3 am, entro, y el panico que senti en este sueño fue el mas horrible de mi corta vida, desperte sudado, con taticardia, con miedo, justamente a las 3 am.
Esto sucedió ya tarde en la noche, me había quedado dormida tranquilamente, y a mitad de la noche empezé a sentirme incomoda, y me desperté. Sólo pasaron unos segundos, cuando en el cristal de la ventana apareció una sombra negra, con un capuchón del mismo color, traspasó el cristal y se detuvo a los pies de mi cama, dándome la espalda, volteó la cabeza, mirándome sobre su hombro. ¡Me quedé horrorizada, porque la imagen fue realmente impactante!. Me tapé la cabeza con las sábanas, para mí fueron los segundos mas largos de mi vida,y empecé a rezar para que se fuera. Varios minutos después me destape de nuevo y vi que ya no estaba.
Cuando apenas tenía 11 años, un día unas amigas y yo salimos a jugar, hasta que nos acercamos a una casa que llevaba tiempo abandonada; al acercarnos a ver como era, estoy bien segura que vi una silueta blanca moviéndose bien raro, lo que bastó, para asustarnos, y salir de allí, corriendo a toda mecha.
