Félix María Samaniego (Laguardia, Álava, 1745-1801) recibió una educación francesa basada en los presupuestos ilustrados renovadores. Estudió latín y humanidades y fue gran aficionado a la música. Formó parte de la Sociedad Vascongada de Amigos del País, fundada por su tio-abuelo, el conde de Peñaflorida, y un grupo de nobles vascos, a imitación de otras sociedades europeas. En sus tertulias trataban numerosos temas, y muy especialmente la educación, considerada base del progreso y fuente del perfeccionamiento moral del individuo. La Sociedad Vascongada promocionó el Real Seminario, en el que colaboró Samaniego en tareas pedagógicas y organizativas y del que llegó a ser director. Y en esta labor pedagógica se sitúa la composición de sus Fábulas, siguiendo el modelo de los clásicos (Esopo y Fedro) y de La Fontaine e incorporando otras de creación propia. La fábula era para Samaniego un disfraz de agradable artificio con el que transmitir las enseñanzas, y dicha intencionalidad, más didáctica que literaria, condicionó su lenguaje y la elementalidad estilística. Precisamente es en esa facilidad del lenguaje donde radica el mérito de sus Fábulas. Emilio Martínez Mata, de la Universidad de Oviedo, analiza en su edición la cuidada elaboración que esconde la aparente naturalidad de los versos de Samaniego y las enseñanzas que promueve, dentro de una moral laica bañada en ideas ilustradas: la ética de supervivencia, la actitud vigilante ante la vida, la alabanza de la razón, el elogio de la ciencia, la necesidad de conocer la realidad para reformarla, el rechazo de los prejuicios sociales, la idea de que el ingenio necesita del arte, la crítica a las ideas preconcebidas, etc.
La fábula era para Samaniego un disfraz de agradable artificio con el que transmitir las enseñanzas. Emilio Martínez Mata, de la Universidad de Oviedo, además de preparar la edición de estas fábulas, analiza la cuidada elaboración que esconde la aparente naturalidad de los versos de Samaniego y las enseñanzas que promueve, dentro de una moral laica bañada en ideas ilustradas.