La palabra sobrevive

Sus primeras palabras / También fueron / su última palabra, / la nunca antes dicha / y lo indecible / que él arrebató / a la omnívora zona del silencio. JOSÉ EMILIO PACHECO

La temprana lucidez tocante a su destino se acompaña de una generosidad y un rigor ético que vertebran la obra entera de Carlos Fuentes Lemus. Una levedad que gravita de modo perdurable alrededor del recuerdo de quien supo iluminar la belleza y exactitud de las palabras en loca carrera contra el tiempo. JUAN GOYTISOLO

Cada uno hace suyo el libro que lee y yo encontré, al llegar al final del tuyo, que su título secreto está en sus últimas palabras, que escribiste en Puerto Vallarta aquella madrugada del 5 de mayo de 1999, horas antes de morir: «el lugar exacto». El lugar exacto es, explícitamente, el sexo, nada encubierto en tantas partes ‹genitales/cenitales‹ de tu libro. El lugar exacto es, también, el del corazón... El lugar exacto es, inevitablemente, la muerte. Que nunca marra el lugar de la cita. Agazapada en cada poema de tu libro. Pero sobre todo el lugar exacto, que los engloba a todos, es la poesía. JULIÁN RÍOS