Porque ser mujer es maravillosamente complejo
Yolanda Sáenz de Tejada está convencida de que cada una de nosotras tiene un valor incalculable que hemos de dar a conocer al mundo. Por eso nos regala una obra «preñada de mujeres» y de grandes experiencias vitales. Pero no esperen encontrar aquí la historia de una superwoman.
Este libro nos descubre las herramientas para vivir y sentir hasta reventar a todas las mujeres que una mujer lleva dentro. Y no es tarea sencilla: desde que suena el despertador el lunes hasta que cerramos los ojos el domingo, es difícil gestionar todas las emociones de esta empresa tan compleja (que no complicada) que es una mujer.
Para sobrevivir a todo lo que nos demandamos constantemente necesitamos pautas y mucha información, además del consejo y modelo de otras mujeres extraordinarias como las mujeres brújula que la autora ha invitado a participar en las páginas de este libro.
Mujeres brújula como Adriana Kaplan, Irene Martínez, Teresa Baró o Miriam Subirana que, en la primera parte del libro, nos guiarán en esta andadura caótica y apasionante que es la vida. Porque, es cierto, las mujeres somos maravillosamente complejas. Y eso nos gusta.
Ha publicado ¡A jugar!, (Mondadori), con Eduard Estivill, que se ha convertido en un bestseller traducido a varios idiomas, El camino del Sueño (Ara llibres), un libro para aprender a dormir bien y Errores y horrores de una mamá primeriza (Mondadori). Y en poesía: Tacones de azucar (Premio Internacional de Poesía Sial 2008), dos antologías de Poesía en el Palacio (Ayuntamiento de Granada), Farmapoemas (Escuela de Farmacéuticos de la Coruña), P...
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Nadie dijo que ser mujer fuera fácil. Las mujeres necesitamos la aprobación constante del mundo y de nuestra pareja (aunque realmente lo que tenemos que hacer es trabajar en buscar la nuestra propia, que es la más difícil). Queremos ser las más atractivas para así estar más seguras, pero ésta es una estrategia equivocada porque lo que realmente nos ayudaría es luchar contra el objeto de deseo que siempre hemos sido para convertirnos en sujeto de deseo.
Este libro nos enseña a ser protagonistas activas de nuestra vida; a ser soberanas de nuestros días sin renunciar a ninguna de las mujeres que habitan en nosotras. Las mujeres estamos presionadas para amar y ser aceptadas, y la educación recibida no nos ayuda a alcanzar la libertad para mostrarnos tal y como somos, para ofrecer lo mejor de nosotras mismas. Por eso, para escapar de los corsés sociales, Yolanda Sáenz de Tejada nos invita a hacer de la vida un ejercicio de comunicación, que no es otra cosa que un arma de seducción.
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