entrevista · octubre 2021 11 artículo HUYENDO A NINGUNA PARTE Emmanuel Moynot es un artista de la bd francesa con una sobrada capacidad narrativa, como acredita su extensa bibliografía, en la que destaca haber sucedido a Jacques Tardi en la adaptación a cómic de las míticas novelas de Léo Malet y protagonizadas por el detective Néstor Burma. No direction es su obra más reciente, un relato de un viaje a través de Estados Unidos que es a su vez una radiografía de las miserias del ser humano. No direction nos lleva a recorrer la América profunda, la de los diners y moteles junto a carreteras que se extienden hasta el infinito. Pero también nos conduce a través de la penuria y las carencias, no solamente materiales, también emocionales y afectivas, con las que se construyen los mimbres de una historia que se desarrolla como un collage en el que los roles de secundarios y protagonistas se difuminan. Así, bajo un disfraz de thriller rebosante de violencia, Moynot reflexiona acerca de la manera en la que las ideas del bien y el mal se distorsionan ante una realidad hostil e impersonal. La multitud de personajes que habita sus páginas apenas están esbozados mediante detalles relevantes para la trama, pero sus circunstancias resultan casi arquetípicas. El hilo argumental son dos huidas paralelas cuyos caminos se cruzan a pie de carretera. Por una parte, tenemos a Jeb y Bess, una suerte de versión moderna de Bonnie y Clyde. Por otra, Maxine, una mujer que cruza el país con dos niños. En ambos casos visitan los mismos sitios, aparentemente unidos por un destino invisible. Su rastro, además, es seguido por una detective del FBI que tendrá un papel fundamental en la trama, pero también en el retrato de las pulsiones humanas. En el fondo, la violencia y la perversión son los motores que hacen girar el mundo de No direction, un mundo que forma parte de nuestra propia realidad, aunque quede en unos márgenes en los que no nos incomoda, porque no tenemos que enfrentarlo. Moynot plantea una mirada de soslayo a las causas y adopta la violencia como el lenguaje que mejor comprenden los personajes. Queda espacio para la esperanza del sueño americano, por supuesto, pero pesan más los traumas que la luz. Carolina Plou Historiadora del Arte y miembro de ACDCómic
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