Revista Forum 18

brzrkr... 16 entrevista · febrero 2023 «[...] no puedo calcular cuántas horas hemos invertido en este cómic. [...]. Ahora bien, yo, por lo menos, me he divertido.» KR: Sí, la verdad es que para mí fue genial colaborar con ellos, conocer a Matt, el proceso de dar forma a las frases, que me enseñara cómo trabaja él, lo de ir haciendo esquemas y borradores. Porque yo me limitaba a interpretar a los personajes, pero, con él recibía una respuesta y veía la labor, el talento… Porque puede que yo tuviera un montón de ideas, pero él las cogía y les daba forma, las trabajaba, entendía la forma artística y aquello me conmovía. Y luego conocí a Ron y vi parte de su trabajo y vi cómo iba cobrando vida, y eso me ha resultado emocionante, y te aseguro que este es un cómic que… que me gusta de verdad. En lo referente al dibujo… creo que lo que Ron es capaz de hacer con las emociones, con las emociones y el dramatismo de los personajes, con el camino, con el sufrimiento y la pena… Se le da muy bien la caracterización del personaje. Además, ver el dinamismo de la violencia y de la narración. De verdad, aprecio muchísimo su trabajo y, luego, el color de Bill y la rotulación de Clem… Para mí ha sido… o esto de estar hablando contigo, que te lean en España, en Francia, en Grecia… No creo que ninguno de nosotros nos lo esperáramos. Para mí ha sido muy chulo eso de ver los diferentes idiomas y el camino que está tomando este cómic y por el que me está llevando. PC: ¿Qué influencias tiene la historia de otros cómics, de películas, de novelas…? MK: Yo diría que, en mi caso, la vibración de lo que iba montando tenían mucho que ver con Keanu, pero también con Arthur C. Clarke y con gran parte de la ciencia ficción más dura, sin dejar de lado aquello que queríamos conseguir; pero creo que eso es lo que me atrajo de este proyecto ya desde el primer momento, cuando me lo presentaste, que algunas de las ideas más relevantes eran ideas que ya me interesaban de antemano, ideas ambiciosas, muy de la vertiente dura de la ciencia ficción, ideas como las de Arthur C. Clarke o Asimov y otros como ellos. Creo que bebí mucho de ahí. RG: En mi caso, en lo que se refiere al dibujo, me inspiré en mi propio trabajo y en lo que leía, en lo que ellos estaban escribiendo. Y antes Keanu ha hablado de emociones y de todo eso, y la verdad es que yo también he de sentirlas. No me refiero tanto al amor, sino a la violencia y en todo eso, pero aquí hay mucho de todo. Y hay un verdadero equilibrio, el yin y el yang de la violencia y el amor, y… porque, claro, la una no puede existir sin el otro, pero yo quería llegar al fondo de esas áreas de mí mismo y plasmarlo en las páginas. Y a veces puede ser muy cinético… y duro… porque esta es una historia cinética y dura, pero también hay mucho amor y tensión… y tensión sensual y engaños. Hay muchas capas diferentes. Suceden muchas cosas. Así que de eso es de lo que me he alimentado en lo que se refiere al dibujo y a la lectura y a mis influencias y todo eso, pero también hay mucho del trabajo cinematográfico de Keanu, un poco de esto y de aquello. Y es un poco lo que hice en esta cubierta. KR: ¡Qué buena es! ¡El número diez! RG: Porque, por extraño que parezca, ha sido divertido, porque he podido jugar con Keanu. Porque, aunque se supone que esto es el Sudario de Turín, como ya he dicho en otras entrevistas, también están todos estos cuerpos retorciéndose en su cara, que se supone que representan la angustia y el dolor de todas las vidas a las que ha afectado este personaje. Pero, al mismo tiempo, me inspiré para ello en una de las películas de Keanu: Pactar con el diablo. En esa película hay una escena en la que Kevin entra, ya sabes, al despacho del diablo, y Al Pacino se pone de pie y dice algo así como: «Kevin, está ovulando…» o lo que sea que dice, y en la pared, por detrás de ellos, hay un montón (Viene de la página 13).

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