Portada Léxico hispánico primitivo

Léxico hispánico primitivo

Sinopsis de Léxico hispánico primitivo

En 1986, don Rafael Lapesa acordó con la Fundación Ramón Menéndez Pidal la preparación de un Glosario del primitivo léxico iberorrománico, versión revisada, actualizada y definitiva de un Glosario que, iniciado en 1926 por decisión y bajo la inicial dirección de don Ramón Menéndez Pidal, había quedado terminado, tras diversos avatares, en 1976, por don Rafael Lapesa con la colaboración del profesor Constantino García. Era la primera tentativa de compilación de un léxico de las hablas románicas de la Península anteriores al siglo XIII. Desgraciadamente, la enfermedad de don Rafael y su fallecimiento en 2001 truncaron las tareas cuando apenas se había llevado a cabo una sexta parte de la obra revisada. La Fundación Ramón Menéndez Pidal y la Real Academia Española convinieron entonces en crear un equipo de especialistas encargado de proseguir la importante empresa interrumpida. Ahora bien, como el proyecto exigiría un plazo largo para su conclusión, decidieron, a modo de anticipo de la obra definitiva, publicar ya la inédita primera versión tal como quedó terminada en 1976, a fin de que, provisionalmente, pudiera ser útil como instrumento de consulta a los estudiosos de nuestra lengua y de su historia. Este es el libro que ahora aparece con el título de Léxico hispánico primitivo, en el cual, en cerca de 700 páginas, se registran unas 8500 formas gráficas agrupadas en unas 5000 entradas.

Ficha Técnica

Temáticas
Publicación18 nov 2003
ColecciónNUEVAS OBRAS REAL ACADEMIA
PresentaciónTapa dura con sobrecubierta
Formato17 x 24.5 cm
EditorialEspasa
ISBN978-84-670-1054-1
Páginas72
Código0000261054

Sobre el autor de Léxico hispánico primitivo

Real Academia Española (Comisión de Gramática)

La Real Academia Española (RAE) se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco (1650- 725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores. Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V.

En 1715, después de considerar una serie de propuestas para decidir su lema, la institución, en «una votación secreta, eligió el actual: un crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da esplendor», según señala Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española (1999). Para conocer mejor la historia general de la RAE, además del citado libro de Zamora Vicente, se recomienda la consulta del Catálogo de la exposición del tricentenario (2013) —coordinado por los académicos Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron— y La Real Academia Española. Vida e historia (2014), de Víctor García de la Concha, director honorario de la corporación desde 2010.

La RAE, cuyo principal precedente y modelo fue la Academia Francesa fundada por el cardenal Richelieu en 1635, se marcó como objetivo esencial desde su creación la elaboración de un diccionario de la lengua castellana, «el más copioso que pudiera hacerse». Ese propósito se hizo realidad con la publicación del Diccionario de autoridades, editado en seis volúmenes, entre 1726 y 1739, y en cuyos preliminares se incluye una sucinta historia de la corporación.

En 1715 la Academia, que en sus inicios contaba con veinticuatro miembros, aprobó sus primeros estatutos, a los que siguieron los de 1848, 1859, 1977 y 1993. La Orthographía apareció en 1741 y en 1771 se publicó la primera edición de la Gramática.

A lo largo de sus trescientos años de historia, un total de veintinueve directores han regido los destinos de la RAE, aunque dos de ellos —Ramón Menéndez Pidal y José María Pemán— repitieron en su cargo en dos períodos diferentes de sus vidas.

Instalada en su actual sede académica de la calle madrileña de Felipe IV desde 1894, la institución ha ido adaptando sus funciones a las exigencias y necesidades de la sociedad de su tiempo. Los estatutos vigentes, aprobados en 1993, establecen como objetivo fundamental de la Academia «velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad». Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras veintiuna corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Retrato de  Real Academia Española (Comisión de Gramática)

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