El libro es la mayor recopilación de fotos de Centelles, más de doscientas: de su etapa de fotoperiodista para los periódicos catalanes en los años de la República española, de sus trabajos en el frente y en la retaguardia durante la guerra civil, en su condición de interno en el campo de concentración de Bram (Francia), donde estuvo en 1939, y de su actividad en la fotografía industrial y publicitaria a que tuvo que dedicarse después de su regreso clandestino a Barcelona en 1944.
A la muerte de Franco, Centelles viajó a Carcassonne (Francia) y recuperó los millares de negativos que se había llevado al exilio y que unos amigos preservaron durante 32 años.
Con la publicación de este extraordinario material se inició el reconocimiento de la obra de Centelles, su rol como referente para las nuevas generaciones de fotoperiodistas españoles y su consolidación internacional como uno de los grandes fotógrafos europeos del siglo XX.