El escritor austríaco de origen húngaro Ödön von Horváth (1901-1938) ha sido considerado uno de los escritores en lengua alemana más críticos de todos los tiempos. Autores como Hermann Hesse, Thomas Mann o Joseph Roth manifestaron admiración por su obra, y Peter Handke alabó en un artículo titulado Horváth es mejor que Brecht: su desconcierto y su nada estilizado sentimentalismo y esas frases trastornadas, que muestran los brincos y contradicciones de la conciencia, algo que sólo podemos encontrar en Chéjov o en Shakespeare. Horváth destacó en su época principalmente como dramaturgo, aunque también sus novelas conocieron desde muy pronto un gran éxito, como ocurrió con Juventud sin Dios. Ambientada en los momentos de ascenso del nazismo y con una trama policiaca, narra las dificultades de un maestro para educar a los jóvenes en el humanismo, cuando la sociedad entera ha perdido los más elementales principios morales. Con un estilo duro, de lenguaje deshidratado y esquemático y narración ceñida a lo esencial, Horváth va más allá de la crítica a un sistema en concreto y ataca a la esencia misma de los sistemas totalitarios.
Considerado uno de los escritores en lengua alemana más críticos, Ödön von Horváth ataca y denuncia en esta novela, ambientada en Alemania durante la época del ascenso del nazismo, la esencia misma de los sistemas totalitarios.