Devoré las más de trescientas páginas en pocas horas y de un tirón sin apartar la lectura del volumen, la historia a pesar de la simpleza de las motivaciones de Bills está bien llevada y contiene los suficientes guiños al lector veterano como para que mantengamos el interés e incluso consiga sacarnos alguna sonrisa de vez en cuando. Quizás se echa de menos que personajes antaño capitales como Muten Rōshi, Krilin o Piccolo tengan un mayor protagonismo que parece sólo reservado a Son Goku y Vegeta. Y el trabajo de translación del anime a la viñeta para nada dificulta la lectura, de hecho, si no fuéramos conocedores de su versión animada no pensaríamos que el origen de lo que estamos leyendo proviene de otro medio distinto del papel.
Sin lugar a dudas, La batalla de los dioses es una buena opción para aquellos que gusten de leer algo nuevo de estos personajes, y una excelente forma de calentar motores ante la reedición a color de Dragon Ball, la etapa de Dragon Ball Z conviene aclarar, que estará disponible en cuestión de días.