Pekín, 1847. China, ese imperio sublime y misterioso, se está muriendo. Para esclavizarla, franceses e ingleses vierten sobre ella un veneno funesto, el opio. Y matando de hambre a su pueblo, roban, de paso, sus maravillas ancestrales.Un niño, un hijo secreto del emperador Daoguang, puede, sin embargo, cambiar el destino del imperio. Se llama La Piedra de Luna.
Amenazado de muerte y perseguido por el clan de los eunucos más poderosos. de China, comienza una búsqueda despiadada , y en ella La Piedra de Luna se encontrará a una danzante contorsionista, un chambelán corrompido, una joven londinense, un príncipe rebelde Tang…
... En los pabellones, los jardines y los patios de la Ciudad Prohibida circula un rumor: ¡La Siberiana” ha regresado! Y el emperador Daoguang ha vuelto a caer en las redes de esa sublime extranjera, exactamente igual como dieciocho años atrás... La Siberiana ha vuelto para recuperar a su hijo, nacido de su relación con el emperador, que le arrebataron después de nacer. Ese niño es La Piedra de Luna que, ignorante de su ilustre ascendencia y de la batida organizada para encontrarlo, busca desesperadamente a Laura Clearstone, la joven inglesa de la que está enamorado.
Si supiera que ella ha tenido que ponerse a trabajar en un fumadero, donde sirve opio a los notables de Cantón...
La Piedra de Luna, Laura, Jazmín Etéreo, el príncipe Tang, Irina la Siberiana, John Bowles, Hong el Rebelde... Aquí vamos a descubrir el desenlace de sus extraordinarias peripecias.
¿Hallarán todos su lugar y su alma gemela en ese país asediado por los ingleses y los franceses, pese al furor que se atisba en el horizonte y que conducirá de modo inexorable al saqueo del magnífico Palacio de Verano, joya de la China imperial?