Reseña de El Año de las Brujas
Hay menos libros de los que parece sobre bosque encantados. En muchos se menciona de refilón que existe uno, pero pocos ofrecen una inmersión detallada y una explicación satisfactoria de cómo y por qué ese bosque está dominado por lo sobrenatural.
“El año de las brujas” es uno de esos libros. El bosque y sus presencias se contraponen a una sociedad rígida y patriarcal, fuertemente jerarquizada y reminiscente de grupos religiosos extremistas reales. La protagonista, Immanuelle, se siente dividida entre ambos mundos, ya que ha sido criada en Bethel y ha aceptado sus duras costumbres, a pesar de que muchas de ellas le parecen injustas; en Bethel están todos sus seres queridos. Si embargo ella va descubriendo que pertenece a una estirpe de mujeres poderosas, algo que siempre se le ha ocultado, y siente el deseo de conocer ese legado, que forma parte de su propia identidad.
La escritura es sugestiva y emplea herramientas literarias y poéticas, especialmente en los momentos en los que la protagonista se adentra en el bosque o sufre alteraciones de la consciencia. Este efecto realza la distorsión de la normalidad que se produce en esas situaciones, y es uno de los grandes logros de la novela.
Una novela de brujas, personaje fantástico que encarna el feminismo, con una protagonista negra marcada por sus orígenes y con ideales propios.
En las tierras de Bethel, donde la palabra del Profeta es ley, la misma existencia de Immanuelle Moore es una blasfemia. La unión de su madre con un extranjero de piel oscura provocó la desgracia de su antaño orgullosa familia. Para reparar su ofensa Immanuelle hace todo lo posible para honrar al Padre, seguir las Sagradas Escrituras y llevar una vida de sumisión, devoción y obediencia absoluta, como el resto de mujeres del asentamiento.
Pero la casualidad llevará a Immanuelle a entrar en el bosque prohibido que rodea Bethel, donde el primer profeta dio caza y mató a cuatro poderosas brujas. Sus espíritus aún acechan allí y le concederán un extraordinario obsequio: el diario de su madre muerta, quien para sorpresa de Immanuelle buscó refugio en el bosque al final de su vida.
Fascinada por los secretos del diario, Immanuelle lucha por comprender cómo pudo acabar su madre teniendo tratos con las brujas. Pero cuando empiece a descubrir la escalofriante verdad sobre la Iglesia y su pasado, se dará cuenta de que la verdadera amenaza para Bethel es su propia oscuridad. Y de que si Bethel debe cambiar, tendrá que empezar por ella.
«A partir del escenario clásico actualiza el típico cuento puritano para tratar temas como el racismo y el sexismo.» The Washington Post
4º puesto en la categoría Terror de los premios 2020 de Goodreads.Se trata de un libro con protagonista absoluta, y todo lo que se percibe en él está condicionado por la personalidad y las experiencias de Immanuelle. Esta es todo lo contrapuesta al mundo de Bethel y “oveja negra” que podría ser, incluso antes de descubrir la herencia de su madre y abuela (esta última, mi personaje preferido del libro, a pesar de todos sus matices). Es difícil no identificarse con Immanuelle y su diferencia. No se siente particularmente femenina ni atractiva en un mundo don de la polaridad de género está exacerbada. Ha aprendido los dogmas y los considera verdaderos, pero desconfía de los seres humanos que los encarnan y no duda en enfrentarse a ellos cuando tiene ocasión.
En el núcleo de la maldad de los representantes de lo divino en la tierra, se ubica una cuestión de la mayor gravedad, que también está presente en nuestra realidad social. Me ha parecido valiente y necesario el énfasis en ese punto clave del daño patriarcal. También hay pocos libros que hablen de ello.
“El año de las brujas” es una historia que engancha, especialmente a medida que se acerca el final. Contiene una historia de amor tratada de manera poco idealizada, verosímil y realista respecto al entorno narrado. Pero sobre todo me ha parecido importante por la proeza de retratar un mundo sectario y extremista en el que los planteamientos de los líderes no son una absoluta farsa, como suele suceder. Es decir: se trata de una historia no polarizada entre el bien y el mal, sino llena de matices. Y la protagonista es el personaje perfecto para mostrar ese abanico ético y emocional, puesto que lo encarna ella misma.
Reseña de Sofía Rhei.
OTROS LIBROS SOBRE BRUJAS:
Comentarios y valoraciones sobre el artículo:
Reseña de El Año de las Brujas