El universo de la literatura detectivesca está repleto de intrigas, crímenes espeluznantes y personajes misteriosos que despiertan nuestro interés y que hacen volar nuestra imaginación. Dentro de este género tan amplio, existen dos subgéneros concretos que han conseguido atraer a millares de lectores hacia sus oscuras páginas: la novela negra y la novela policiaca. 

Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, pues ambos subgéneros tienen muchos puntos en común, existen una serie de peculiaridades que las distinguen, tanto en la manera de enfocar el tema, como en la construcción del relato o el ambiente que los escritores generan a través de las palabras. 

En este post os explicamos qué es una novela negra y en qué se diferencia de la novela policiaca.

¿Qué es una novela negra?

La novela negra se caracteriza por sumergir al lector en las profundidades más oscuras del ser humano. En este tipo de relatos no es tan importante la resolución de un crimen como las decisiones morales que toman los personajes y la respuesta de la sociedad en la que viven.

En la novela negra, la distinción entre los buenos y los malos se desdibuja y las páginas se llenan de corrupción, violencia y dilemas éticos

Los personajes pueden actuar movidos por sus propios intereses egoístas, a pesar de que sus incentivos parezcan honestos. El escritor juega con la ambigüedad moral, desafiando los valores del lector y obligándole a preguntarse qué habría hecho él en una situación parecida. 

Este tipo de literatura es muy prolífica en todo el mundo. Entre sus autores clásicos encontramos a Dashiell Hammett o Raymond Chandler. Más recientemente, ha quedado claro que, indiscutiblemente, los escandinavos son los reyes de este género. Tras la publicación de la exitosa saga Millenium, de Stieg Larsson, la novela negra nórdica rompió récords de ventas. 

Características de la novela policiaca

Si te preguntas, entonces, qué es una novela policiaca, te sacamos de dudas a continuación. La novela policiaca se centra en un misterio y en la minuciosa investigación que llevan a cabo para resolverlo. Los lectores acompañan a la policía o a los detectives privados en cada descubrimiento, se sorprenden ante cualquier giro inesperado de la trama, identifican pistas falsas y sacan sus propias conjeturas hasta que llegan al clímax y a la resolución del caso.

La trama de este tipo de novelas puede darse en una amplia variedad de ambientaciones, mientras que la novela negra suele darse en atmósferas opresivas que generan una inquietud añadida al lector. 

Con todo, a veces es muy complicado distinguir entre un género y otro, porque hay novelas que transgreden los límites e incorporan características de ambos.

Algunos ejemplos de buenas novelas detectivescas son las de la autora americana Donna Leon (protagonizadas por el comisario Brunetti), las del escritor barcelonés Manuel Vázquez Montalbán (con el mítico detective Pepe Carvalho al frente), las de Alan Parks (con el agente Harry McCoy) o las de Sue Grafton (conocidas por la detective Kinsey Millhone). 

Una alternativa más amable 

Si ninguna de las dos opciones te acaba de convencer, pero aun así te gustan los misterios y los crímenes, tenemos la solución perfecta para ti: el Cozy Crime. Se trata de un subgénero detectivesco que incluye el humor, relatando las historias de una manera más amable y ligera.

Una de las autoras más representativas en este caso sería Agatha Christie, autora de las novelas protagonizadas por los detectives Hercule Poirot (Muerte en el Nilo o Asesinato en el Orient Express) y Miss Marple (Muerte en la vicaría o Se anuncia un asesinato).

Aquí te dejamos con una serie de recomendaciones de novela negra para que tu lado más oscuro disfrute de lo lindo. Y tú, lector, ¿prefieres la novela negra o te van más las investigaciones detectivescas? ¡Déjanos tus opiniones sobre este fascinante género en los comentarios!

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