La primera frase de un libro suele ser, a menudo, el factor definitivo para que un lector decida seguir leyendo. Imagina la situación: estás paseando por tu librería favorita, ojeando todas las novedades que no tenías controladas. Miras las portadas, ojeas la contraportada para ver de qué va la cosa, abres el libro por la primera página…. ¡y bingo! Esa primera frase te acaba de hacer decidir: vas a leer esa novela. ¿Te ha pasado?

Es casi como un amor a primera vista, un flechazo que te hace caer rendido a los pies de un libro en concreto. Un buen comienzo no defrauda, suele ser la señal de que ese se va convertir en uno de tus libros favoritos. Compruébalo tú mismo repasando algunos de los mejores comienzos de libros que ya se han convertido en grandes clásicos. ¡Una sola frase, y ya no podrás soltarlos!

1. La sombra del viento

Cuando un libro empieza con esta frase, ¿cómo no va a ser un éxito?: “Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados”. El arranque de La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, nos interpela directamente a todos aquellos que amamos los libros. Y ya no podemos dejar de leer.

Todos los aficionados a la lectura soñamos con una aventura como la del joven Daniel Sempere, cuya vida cambia para siempre el día que descubre un olvidado libro maldito. El amor por los libros y su capacidad para influir en nuestras vidas es uno de los grandes temas de este ya clásico contemporáneo.

Un libro, además, con el que puedes viajar a la Barcelona de principios de siglo XX y vivir una emocionante historia de intriga. Vamos, que además de un comienzo espectacular, lo tiene todo para brillar en nuestra memoria lectora para siempre.

2. Nada

No sabemos si es un tópico o no, pero se dice que las grandes historias siempre empiezan con un desconocido llegando a un nuevo lugar. Así exactamente empieza Nada, la novela que dio a conocer a la gran Carmen Laforet, con la que consiguió ganar la primera edición del Premio Nadal.

Su protagonista es la joven Andrea, que llega a Barcelona para estudiar Letras. Nos lo cuenta ella misma, en las primeras frases del libro: “Por dificultades en el último momento para adquirir billetes, llegué a Barcelona a medianoche, en un tren distinto del que había anunciado y no me esperaba nadie. Era la primera vez que viajaba sola, pero no estaba asustada; por el contrario, me parecía una aventura agradable y excitante aquella profunda libertad en la noche”.

Con un inicio de este tipo ya vemos que lo que nos espera promete. Efectivamente, lo que nos ofrece Laforet en este libro es un impactante y brutal retrato de los años de posguerra, relatado con una fuerza tan increíble que hoy en día Nada está considerada una de las mejores novelas españolas del siglo XX. ¡Casi nada!

3. El Hobbit

J.R.R.Tolkien nos abrió las puertas a un mundo mítico y alucinante, cuyos ecos e influencias se han dejado notar en gran parte de la narrativa fantástica que se ha escrito después. Todo empieza con un pequeño hobbit, un personaje minúsculo y gracioso destinado a convertirse en el protagonista de una de las historias épicas más grandes de la historia de la literatura universal.

Esto es lo primero que nos cuenta Tolkien de Bilbo Bolsón: “En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero, seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad”.

Aquí, nada hace presagiar las increíbles aventuras que ese ser comodón está predestinado a vivir, pero en cambio, algo nos dice al leer este comienzo que no debemos dejar el libro hasta el final.

4. Don Quijote

Seguramente ya te estabas impacientando. ¿Un artículo de grandes comienzos literarios y el Quijote no aparece por ningún lado? Pues claro que no podía faltar, por algo es el arranque más conocido y repetido de las letras españolas y universales. No hace falta haber leído al gran clásico de Cervantes para saber cómo empieza, con una frase que todos nos sabemos de memoria: En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”.

Lo que sigue tras esta singular descripción de nuestro héroe es una de las historias de aventuras más delirantes, divertidas y recordadas de la literatura. De hecho, no solo el comienzo del Quijote se incluye entre lo mejor nunca escrito. También situaciones como la lucha contra los gigantes se ha convertido en un lugar común para lectores y no lectores.

Por eso hoy queremos animarte, si todavía no lo has hecho, a seguir más allá de esta mítica primera frase y leer toda la odisea de este caballero de triste figura y su fiel escudero Sancho Panza. ¡Te va a encantar!

5. Orgullo y prejuicio

¿Algún fan de Jane Austen en la sala? Por supuesto, ¡hay muchísimos! La escritora de la era victoriana por excelencia ha enamorado a todas las generaciones posteriores con sus románticas historias y sus afilados retratos de la clase alta inglesa de su época. Sus obras conectan con los lectores de todos los tiempos por el frescor de su narrativa, su humor fino y su elegante crítica social. Las diferentes adaptaciones al cine de sus novelas, ya sean clásicas o modernas, demuestran su vigencia.

Nos cuesta mucho tener que elegir una sola obra de Jane Austen, pero como se trata de recomendar novelas con grandes comienzos, hay una que destaca especialmente: Orgullo y prejuicio.

La novela arranca así: “Es una verdad universalmente reconocida que un hombre soltero en posesión de una buena fortuna debe buscar esposa”. ¿Hay alguna frase mejor que esta para empezar una novela romántica?

6. La metamorfosis

Vamos a cambiar de tercio radicalmente, porque está claro que no tiene nada de romántico despertarse un día convertido en insecto, pero eso es lo que le pasa al protagonista de La metamorfosis. Y Franz Kafka nos lo explica sin filtros ni rodeos. De hecho, el libro empieza con esta frase: “Al despertar Gregor Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto”.

Yendo tan directamente al asunto, ¿cómo no engancharse desde el minuto cero a la lectura de este libro?… ¡Es imposible! Sin duda, La metamorfosis ocupa un lugar de honor en la lista de los mejores comienzos de novelas.

En este caso, se trata de un libro bastante corto, pero con una historia intensa e inquietante como pocas. No en vano el nombre de Kafka ha dado pie a un adjetivo para definir las situaciones más extrañas e inexplicables que podamos experimentar. Si todavía no sabes lo que significa “kafkiano”, léete la historia de Gregor Samsa y lo entenderás perfectamente.

7. Moby Dick

Lector, si te decimos Moby Dick, seguro que lo que te viene a la cabeza es el intrépido Capitán Ahab y su lucha para cazar el mítico monstruo marino que da título a esta novela. Sin duda, esta obra de Herman Melville es uno de los grandes clásicos de la literatura universal, leído por jóvenes y adultos de diferentes generaciones. Se trata de un apasionante retrato de la vida de los balleneros pero, en especial, es la historia de la obsesión de un hombre por conseguir un objetivo.

Todo esto lo sabemos gracias al relato que nos hace de la historia del Capitán Ahab el joven Ismael, un jóven estadounidense con experiencia en la marina mercante, que decide tomar parte en la expedición de un barco ballenero. El libro empieza con su presentación, en una de las frases más populares y citadas de la literatura inglesa.

Así es como empieza Moby Dick: “Llamadme Ismael. Años atrás —no importa cuánto hace exactamente—, con poco o ningún dinero en mi bolsillo y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que podría navegar por algún tiempo y visitar la parte acuática del mundo”. Con una frase así, ¿no te entran ganas de conocer más de sus aventuras acuáticas?

8. Ana Karenina

La primera frase de este gran clásico de Liev Tolstoi es una de las más repetidas y recordadas de la literatura rusa. “Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera”. ¿Te suena, verdad? Con esta frase empieza una de las grandes novelas rusas del siglo XIX, que a la par es también uno de los mejores retratos de un personaje femenino.

Se trata de una de las novelas más importantes de la historia, con uno de los personajes más emblemáticos que podrás encontrar en un libro.

Ana Karenina es una mujer que planta cara a las convenciones sociales de su época y decide vivir libremente una apasionada historia de amor. Al mismo tiempo, Tolstoi nos ofrece un retrato de la vida urbana de las ciudades, llena de vicios y maldad, contrapuesta a la vida feliz e ideal de la gente del campo. Déjate arrastrar por esa primera frase emblemática y entrarás en una de las mejores novelas que leerás jamás.

Llegamos al final, pero que en realidad es un nuevo principio... el del próximo libro que vas a leer, que estamos seguros que será cualquiera de estos que te acabamos de recomendar. Con estas maravillosas frases iniciales, cuesta mucho no caer rendido a todo lo que viene detrás. De hecho, una última advertencia: estos clásicos pueden ser realmente adictivos. Estas avisado. ¡Feliz lectura!

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