El nombre de Alice Kellen ha traspasado las barreras españolas para emocionar a lectores en todas partes del mundo. Y es que es capaz de llevarnos allí Donde todo brilla, siguiendo un especial Mapa de los anhelos.
Una autora que no deja de enamorarnos con sus palabras, que nos engancha desde la primera página y nos invita a subirnos a la montaña rusa más alocada de emociones. Leer a Alice es todo un viaje a los sentimientos, a reconectar con ellos y sentirlos aflorar página a página.
Desde PlanetadeLibros hemos tenido el placer de conversar con ella acerca de su último libro y sobre el camino personal que ha recorrido estos años entregándonos grandes historias.

¿Qué te inspiró a escribir 'Donde todo brilla'? Cuéntanos cómo te llegó esta historia y por qué decidiste escribirla.
Quería escribir una historia con un toque más coral y donde la familia tuviese un peso importante. La idea llegó cuando estaba terminando la anterior novela y reciclé cosas de un proyecto que se quedó en el cajón años atrás. Me costó varios intentos dar con la estructura adecuada.
Nicki y River son los protagonistas de 'Donde todo brilla'. Cuéntanos un poco sobre ellos.
River encaja en esa idea un poco utópica de chico que lo tiene todo y al que la vida lo trata bien, pero conforme pasan los años todo se va complicando y tendrá que aprender a lidiar con la frustración y los imprevistos.
Nicki, en cambio, se siente cómoda en la infancia, en ese mundo lleno de fantasía y magia, así que cuando llega la adolescencia le cuesta encajar en un ambiente que es más hostil y duro, no encuentra su lugar.
Amistad y amor son los temas centrales en esta novela, que también vemos en otras de tus obras. ¿Desde qué perspectiva te gusta abordar estas temáticas? ¿Por qué son tan importantes para ti?
Supongo que son temas muy cotidianos, vivimos alrededor de ellos, así que me interesa poder profundizar desde distintos ángulos, según la trama, los personajes o el contexto.
"Cada historia te ofrece unas posibilidades y supone un ejercicio de empatía muy divertido y enriquecedor".
En la novela hablas del primer amor, de los vínculos que forjamos en la niñez, de la familia, de la magia de la infancia. ¿Por qué es tan importante esta época en la vida de las personas?
Siempre he pensado que son los cimientos, esa base sobre la que crecemos. Me gusta esa etapa, la de la infancia, porque tiene algo irrepetible y, desde ahí, el mundo se ve de una forma única.
"En ocasiones, para entenderse a uno mismo hay que viajar al pasado y bucear entre recuerdos".
Desde hace un tiempo te llaman "la autora de los sentimientos". ¿Cómo te hace sentir ser reconocida de esta forma y ver el efecto que provocas en las personas?
Una de las cosas más satisfactorias es conectar a través de las historias con personas que ni siquiera conoces y crear vínculos. Al final, es lo que te llevas y recuerdas con el paso del tiempo: la pasión de las lectoras, las emociones en cada encuentro, ese instante mágico de unión.
¿Cómo influyen tus experiencias personales en tus historias? ¿Sueles identificarte con tus personajes?
Siempre dejas un rastro de ti en los personajes, pero no tiendo a reflejarme completamente. Las experiencias influyen, sí, aunque de una manera general. Vas creciendo y tus historias también lo van haciendo. Con el paso del tiempo, también empiezan a interesarte otros temas y ves con otros ojos a tus antiguas novelas. Es decir, resulta imposible separar «la vida personal» de la escritora que eres, porque lo segundo se alimenta de lo primero.
Firmas, viajes, ferias y las colas interminables para conocerte, ¿Qué es lo que más te comparten las lectoras cuando te ven y conocen?
¡La emoción! Hay nervios, sonrisas, llantos, palabras compartidas, pero, sobre todo, eso, mucha emoción. Es un momento que dura menos de lo que me gustaría, porque si no sería imposible firmar tantos ejemplares, pero también es intenso. Las lectoras son amables, pacientes y entusiastas.
¿Alguna vez pensaste que te convertirías en todo un fenómeno literario? ¿Cómo lo llevas?
No, me conformaba con escribir algo, lanzarlo y que otra persona me leyese. Al final, todo ha sido más grande de lo que nunca imaginé, pero lo llevo bien porque, a efectos prácticos, lo que viene a ser mi rutina diaria, no ha cambiado. La época más complicada es la de promoción y después todo vuelve a su cauce natural.
¿Qué es lo que más te gusta de escribir? ¿Tienes algún ritual durante el proceso?
Lo que más me gusta de escribir es, aunque suene redundante, escribir. Esos meses en los que estoy en casa, me levanto, hago café, abro el documento y empiezo a teclear. O salgo a dar un paseo. O hago una parada para documentarme y tomar notas. O comento con mis amigas lo que he escrito. Es un paréntesis donde todo gira alrededor de la historia que tengo en la cabeza y ninguna sensación se asemeja a esa etapa.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar a escribir, pero no sabe por dónde comenzar?
Que experimente y pruebe y vuelva a intentarlo. Escribir tiene mucho que ver con el hábito y también con la técnica, así que es importante leer mucho, a ser posible de diversos géneros, y ser crítica y objetiva con una misma, porque «nunca se sabe lo suficiente», es un aprendizaje continuo. Pero, sobre todo, es imprescindible disfrutarlo.
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