Raquel Riba Rossy: «La idea del amor romántico nos ha jodido la vida»

Es amante de todo lo creativo, podcaster y plantiadicta, y seguramente la conozcas por su personaje de cómic Lola Vendetta que ha revolucionado las redes sociales y las librerías. En sus viñetas carga contra las imposiciones sociales, los micro-machismos y el patriarcado así en general. Y si no puede deconstruirlo, Lola se lo carga directamente con un katanazo.

El último libro de Raquel Riba Rossy se titula Katanazo al amor romántico y nos abre la puerta a la mente de una mujer después de haber vivido violencia de género. ¿Cómo se convive con los monstruos del pasado que no te dejan avanzar?

Hoy conversamos con Raquel Riba Rossy para conocer más detalles de su obra, para saber qué le inspira o descubrimos en qué momento tuvo la revelación de que ella quería ser ilustradora.

¿De dónde nace la necesidad de dar vida a Lola Vendetta?

Nace por una necesidad visceral de expresar lo que me estaba pasando, lo que me molestaba, y de hacer un poco de humor a lo bestia y de dar la vuelta un poco a la tortilla. Hacer humor de cosas que me parecían muy desagradables.

¿Qué le dirías a tu yo de niña si pudieras hablar con ella?

No le diría muchas cosas. La verdad es que yo era muy independiente y muy creativa, siempre estaba con las manos en la masa haciendo cosas. Entonces yo lo que haría es dejarme hacer, que creo que es lo que ya hicieron mis padres, y darme muchos materiales para crear muchas cosas y que esa imaginación se disparará más si cabe de lo que se disparó.

¿Qué vamos a encontrar en tu nueva historia? 

El libro tiene varias cosas distintas a los libros anteriores. Una de ellas es que a nivel gráfico es más cómic, es una historia continua, entonces hay mucho más trabajo de dibujo. 

Luego el contenido trata sobre el shock postraumático después de una relación de maltrato. Lo que he querido hacer con este libro es explicarlo de una manera gráfica, supercomprensible, porque cuando alguien está en una situación de estrés postraumático después de una relación de maltrato o de cualquier evento traumático, procesar información a veces resulta difícil. Por eso ya llevaba tiempo con esta idea en la cabeza y pensé: “quiero hacer un libro de cómic que hable de esto para que sea más fácil entender lo que sucede en estos procesos psicológicos”.  

¿Por qué es necesario un katanazo al amor romántico? 

Porque la idea del amor romántico nos ha jodido la vida, especialmente a las mujeres. Ha sido como el opio de las mujeres. Mientras nosotras estábamos empanadas buscando el amor romántico, incluso desesperadamente, la otra mitad masculina de la población estaba más o menos gobernando el mundo. 

Ha sido como el opio para nosotras durante muchos años y creo que es de las primeras cosas que tenemos que deconstruir para darnos cuenta de cuál es nuestra verdadera personalidad, nuestro verdadero propósito si es que lo hay, nuestros verdaderos deseos… porque vienen muy condicionados por cómo hemos percibido lo que tenemos que desear en los libros, en las películas y demás. 

Entonces creo que desmontar el amor romántico, darnos cuenta de que nos pone en una situación de vulnerabilidad psicológica bastante grande, nos ayuda a querernos mejor a nosotras mismas y a tener relaciones de pareja igualitarias. Porque desde luego, desde ese criterio del amor romántico, no se puede construir nada igualitario. 

¿En qué momento de tu vida te diste cuenta de que querías transmitir mensajes a través de tus personajes e historias? 

Pues yo creo que tendría entre 6 y 10 años, no sé es que era muy pequeña, y recuerdo que le dije a mi madre: “mamá, yo quiero ser la señora que pone dibujos a los libros”. Porque yo veía a Pilarín Bayés trabajando mucho y vino a mi colegio y recuerdo que me dijera: “yo soy la señora que pone dibujos a los libros”. Entonces pensé: "yo quiero ser esa señora". Se lo dije a mi madre y me dijo: “eso se llama ser ilustradora”. Y le dije: “vale, yo quiero hacer eso”. Y desde ese momento siempre lo supe.

Luego me enteré de que había una carrera universitaria en la que solo hacías clases que en el colegio se hacían solo en la clase de plástica, con lo cual me volví loca, fue como: “¡¿qué, esto existe?!”. Y cuando me enteré de que la vida adulta iba a ser muchísimo mejor para mí que la vida en el colegio, yo a piñón fijo hasta que lo conseguí. 

¿Cómo ha sido tu experiencia al hacer red con mujeres de todo el mundo a través de la ilustración?

Ha sido increíble. Yo creo que algún día me voy a sentar a escribir momentos heavy y preciosos y superedificantes que he vivido en estos diez años. Ha sido una locura, la verdad. Por toda España y luego por México y Colombia han pasado cosas muy, muy impresionantes y no solo en un lugar físico sino también en las redes sociales. Ha sido muy loco. 

Desde el mural de Madrid con las 25 mujeres supervivientes de violencia machista, hasta el tú a tú que se ha dado con mujeres, charlas que he ido a hacer en distintos lugares del mundo con mujeres supervivientes de la trata con fines de explotación sexual, talleres con niños pequeños, talleres con adultos y adultas principalmente de construcción de personajes feminista de cómic, pero que luego se transforma y salen cosas poderosas.

Yo estoy feliz. O sea, han pasado cosas que te explota la cabeza durante estos diez años. Ha sido impresionante. Y ha sido muy guay ver cómo esa creencia que nos han metido con calzador dentro del cerebro de que las mujeres no podemos trabajar juntas porque solo sabemos competir… no solo es mentira, sino que además es muy conveniente para que no podamos liderar, porque para liderar necesitamos hacer equipo. Así que según mi experiencia es increíble lo que pasa cuando nos juntamos. 

¿Qué autores o autoras le gustan a Raquel Riba Rossy?

A ver, es que me gusta muchísima gente. Últimamente, insisto mucho en Marcela Lagarde, feminista. Ahora mismo estoy escuchando el audiolibro de Chimamanda, Americanah, que hacía tiempo que lo iba posponiendo y lo estoy haciendo ahora mientras voy dibujando. Creo que es una lectura imprescindible para todo el mundo, pero en especial para la gente blanca. Nos pone delante un espejo y nos da acceso a una realidad que a muchas se nos pasa de largo y no entendemos bien.

Tengo también un montón de cómics pendientes, como el de Planeta de Ana Oncina que lo acaba de sacar. Y tengo una montaña de cómics ahí pendientes de leer. O sea que tengo que encontrar tiempo.