Sigo convencido de que nací en la ciudad que yo quería, Valladolid. Cada día que pasa me siento más enamorado de sus calles, de su vida y de las sensaciones que me transmite, a pesar de los nueve meses de invierno. Odio el frío, mucho.
Soy maestro en Educación Infantil; me hace tan feliz como seguir escribiendo o perderme viajando. Empecé a escribir cuando era muy pequeño: recuerdo con cariño mis viajes en bus en los que dejaba pósits con frase...