Inteligencia artificial vs humanos: ¿quién va ganando en los juegos clásicos?

Hola lector, ¿te atreverías a jugar una partida de ajedrez contra un robot? 

No hace mucha gracia, ¿verdad? Y es que la inteligencia artificial se ha convertido en un gran rival para los humanos. Más allá de los recientes avances en cuanto a creación de contenidos (seguro que has escuchado hablar ya del Chat GPT), la batalla entre humanos y máquinas hace tiempo que empezó. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en juegos clásicos como el ajedrez, el go y el póker, entre tantos otros. ¿Quién se atreve a derrotar a la inteligencia artificial en una partida?

Y es que desde hace décadas, juegos como los que hemos mencionado se han utilizado como un campo de prueba para desarrollar algoritmos que puedan competir, e incluso superar, a los humanos. Y esto, a su vez, puede tener implicaciones en muchos otros campos, como ya estamos empezando a comprobar.

Pero, ¿quién va ganando en la batalla entre la inteligencia artificial y los humanos en los juegos clásicos? La respuesta no es sencilla, ya que depende de muchos factores: la complejidad del juego, el nivel de habilidad de los humanos y la calidad de los algoritmos de la inteligencia artificial.

La realidad es que los humanos todavía tenemos -por suerte- algunas habilidades y capacidades que la IA no puede igualar. Por ejemplo, los humanos podemos aprender y adaptarnos a nuevas situaciones más rápido que los robots, y también podemos ser más creativos y tomar decisiones más complejas.

Además, también hay que tener en cuenta que los juegos clásicos no son solo una cuestión de ganar o perder. En gran parte tienen tienen un componente social y cultural que la IA no puede comprender completamente. ¿Quién no ha pasado tardes jugando a cartas con los amigos? Los juegos clásicos son una forma de conectar con otras personas, de aprender de la historia y la cultura, y de desarrollar habilidades cognitivas y sociales que van más allá de lo competitivo.

Para profundizar en el universo de los juegos clásicos y reivindicarlos, hoy os queremos recomendar el libro Ludens, de Oliver Roeder. En él, el autor nos habla de siete juegos clásicos que han enganchado a millones de persones a lo largo de la historia: el ajedrez, las damas, el go, el póker, el backgammon, el scrabble y el bridge. 

Estos juegos han servido para desarrollar la inteligencia humana. Tal y como explica el autor, estos siete juegos representan, en conjunto, una especie de "menú de inteligencias", pues cada uno requiere de una estrategia o se refiere a un aspecto concreto del mundo real. 

De lo que nos habla Ludens es de cómo los programas de inteligencia artificial son cada vez más capaces de superar a los jugadores humanos en estos juegos. Pero también de como la IA también se basa en el juego para aprender el funcionamiento de la mente humana. Tal y como nos explica el autor, los juegos no solo son amenos, sino prácticos, de los que se destilan muchos aspectos de la vida real. Para la IA, entender el mecanismo del juego le ayuda a entender mejor la mente humana y emularla hasta poder vencerle la partida.

Es lo que pasó, por ejemplo, con  el del ajedrez, cuando el ordenador Deep Blue de IBM fue capaz de vencer al campeón del mundo, Garry Kasparov, en una partida histórica celebrada en 1997. Desde entonces, los programas de ajedrez han mejorado significativamente, y hoy en día hay programas que pueden vencer a los mejores jugadores del mundo, a pesar de que todavía no han podido desarrollar la intuición artificial. 

En el caso del Go, un juego chino muy complejo, también se han dado avances de la inteligencia artificial, aunque de forma más reciente. En 2016, AlphaGo, un programa de inteligencia artificial desarrollado por Google, derrotó al campeón mundial Lee Sedol en una serie de partidas. Este logro fue considerado un hito en el desarrollo de la inteligencia artificial, ya que el Go se consideraba uno de los juegos más difíciles para los ordenadores debido a su gran número de posibles movimientos.

El póker, por su parte, es un juego mucho más complejo. La información es menos concreta y el jugador debe tomar sus decisiones estratégicas a partir de lo que interpreta al observar a sus oponentes. En este caso, los programas de inteligencia artificial han mejorado mucho en los últimos años, pero todavía no son capaces de superar a los humanos. 

La inteligencia artificial ha avanzado mucho en los juegos clásicos en los últimos años, pero todavía hay mucho que hacer. A medida que se desarrollan nuevos algoritmos y técnicas de aprendizaje automático, es probable que la brecha entre humanos e inteligencia artificial en estos juegos se vaya estrechando. Sin embargo, es difícil todavía que los robots puedan llegar a suplantarnos del todo. ¡Menos mal! ;-) 

Y es que como dice Oliver Roeder en Ludens, los juegos clásicos nos vuelven más humanos, y eso es algo que la IA no puede igualar. ¿Jugamos?