Las fieras

Clara Uson vuelve al tema que le dio la máxima relevancia en La hija del Este, la frivolidad del mal a través de la figura de una mujer despampanante, y refleja hasta qué punto el ideal platónico de lo bueno, lo bello y lo verdadero influyeron en nuestros prejuicios hacia esa mujer tan despiadada como imprevisible.

La novela narra la historia de dos mujeres que vivieron la plenitud de su juventud en el País Vasco durante los peores años de violencia de la banda terrorista ETA: Idoia López Riaño, La Tigresa, a quien se imputaron veintitrés asesinatos y Miren, un pesonaje ficticio, hija de un miembro de las fuerzas del orden devenido en miembro de los GAL.

La novela está magistralmente narrada a través de dos voces narrativas que pelean entre sí por contar “su verdad”, Idoia Lopez Riaño y Miren, la joven que trata de contarnos la historia de Idoia mientras investiga un crimen que se le imputó a Idoia y que nunca quedó resuelto.

La maestría de Clara Usón consigue reflejar lo delicadísima que era la situación en un entorno tan politizado y pequeño como el País Vasco y cómo el aleteo de una mariposa podía desencadenar verdaderos huracanes, es decir, cuestiones aparentemente irrelevantes como una pelea en el instituto, un desamor o una infidelidad podían inclinar la balanza humana hacia uno u otro lado en la tensa situación política.

Excepcionalmente documentada, la novela contrapone versiones diferentes y contradictorias de diversas fuentes a la vez que registros judiciales y actas policiales del arresto, juicio, condena y liberación de Idoia Lopez Riaño.

La novela realiza una inmersión en el seno de algunos de los comandos más mortíferos de ETA poniendo de manifiesto el machismo implícito en el ADN de la organización criminal.