Jade Bremner lleva más de una década siendo periodista, y ha vivido e informado en cuatro regiones diferentes. Allá donde vaya encuentra y prueba deportes de acción, y cuanto más raros, mejor; no por azar muchos de sus sitios favoritos tienen las mejores olas del mundo. Es autora de guías Lonely Planet. y se ha encargado de revistas de viajes y secciones de Time Out y Radio Times y ha colaborado con The Times, la CNN y The Independent. Se siente una privilegiada por contar historias de nuestro maravilloso planeta, y siempre anda en pos de la siguiente aventura.
La compañera de viaje perfecta para un viaje a la costa este de Estados Unidos
En un mundo cada vez más globalizado, no deja de resultar fascinante el hecho de poder encontrar tantos reductos de cultura únicos entre los 29 estados que conforman la costa este de EE UU. Y, la verdad sea dicha, cada uno de ellos podría constituir un país independiente: desde el microscópico Rhode Island, con sus sensuales puertos rebosantes de yates y sus campos de polo, a Luisiana, territorio de música cajún y de humedales repletos de cocodrilos. Entre medias, saldrán al paso del viajero los montes Apalaches, lagos inmensos e incontables kilómetros de litoral tachonados de playas de arena e islas cercanas, por no hablar de sus impresionantes urbes, donde parece que uno pueda pasar de un continente a otro con solo cambiar de barrio.
En un mundo cada vez más globalizado, no deja de resultar fascinante el hecho de poder encontrar tantos reductos de cultura únicos entre los 29 estados que conforman la costa este de EE UU. Y, la verdad sea dicha, cada uno de ellos podría constituir un país independiente: desde el microscópico Rhode Island, con sus sensuales puertos rebosantes de yates y sus campos de polo, a Luisiana, territorio de música cajún y de humedales repletos de cocodrilos. Entre medias, saldrán al paso del viajero los montes Apalaches, lagos inmensos e incontables kilómetros de litoral tachonados de playas de arena e islas cercanas, por no hablar de sus impresionantes urbes, donde parece que uno pueda pasar de un continente a otro con solo cambiar de barrio.