Los mejores sitios para viajar en verano según cada tipo de viajero

El buen tiempo se abre paso entre la rutina y con las vacaciones cada vez más cerca, las ganas de cambiar la silla de la oficina, o de tu casa, por una tumbona en una playa paradisíaca, el sillín de la bicicleta o un colchón bajo las estrellas en el desierto, van en aumento y es imposible resistirse a buscar los mejores destinos para viajar en verano.

Si todavía no has decidido dónde veranear este año, ¡no te preocupes! Tanto si dispones de pocos días para hacer una escapada, como si tienes previsto hacer un viaje de larga distancia, queremos ayudarte a encontrar tu destino ideal.

Para ello, hemos seleccionado los mejores lugares para viajar en verano.

¿Estás listo para descubrir dónde irás de vacaciones? ¡Sigue leyendo!

Destinos exóticos y cargados de riqueza cultural cerca de España

Si lo que se busca es viajar en el tiempo y sumergirse de lleno en la historia de otras culturas, hay lugares realmente impresionantes que se encuentran cerca de España. Increíblemente ricos en historia, paisajes y patrimonio cultural, son el destino ideal para viajeros inquietos, curiosos y aventureros que pretenden conocer la esencia del lugar.

A los amantes del arte les encantará perderse entre las imponentes columnas de los templos de Luxor y Karnak, en Egipto, visitar Alejandría y descubrir el increíble arte del imperio antiguo en la pirámide escalonada de Saqqara.

Para los más aventureros, bucear en el mar Rojo, en la costa jordana, será una experiencia inolvidable; también se puede montar a camello por la antigua ciudad de Petra, y solo los más preparados se atreverán a realizar el Jordan Trail, con más de 650 km.

En Estambul, encontrarán su lugar los amantes de la historia, donde podrán pasar horas disfrutando de la arquitectura erigida por los emperadores bizantinos y visitar los hammams, las madrazas y yalis de los sultanes otomanos.

Y aquellos que buscan conocer el corazón de un lugar, deberán recorrer las sinuosas medinas; antiguos y bulliciosos barrios de las ciudades de Marruecos, sentir las melodías de sus innumerables festivales musicales y recorrer las casbas (fortalezas) recordando su antiguo esplendor.

Regiones de Europa para viajar en verano

Europa cuenta con una gran variedad de destinos para visitar según los gustos del viajero. Para aquellos que buscan alejarse de las altas temperaturas y disfrutar de los paisajes más increíbles, Islandia, Irlanda y Escocia son tres grandes alternativas.

Junto a la carretera de circunvalación, en Islandia, la laguna Glaciar es parada obligatoria y sus pintorescos pueblos, rodeados de picos nevados, atraen a los visitantes con sus coloridas casitas. Irlanda, que parece cubierta por un infinito manto verde, permite visitar ciudades como Dublín o Kilkenny y explorar a pie gran parte del país, ya sea realizando paseos costeros o caminatas de montaña. Escocia, sorprende con espectaculares vistas en las Highlands y la elegancia de Edimburgo es indiscutible.

Para los que persiguen el buen tiempo y adoran escaparse a la playa y recorrer vivas localidades costeras, Portugal y Grecia son los destinos indiscutibles. Con sus ciudades cautivadoras, tradiciones musicales, y más de 800 km de costa, Portugal cuenta con un litoral soleado dónde poder bañarse, hacer kayak o practicar senderismo, lo que la convierte en el lugar ideal para amantes del deporte, pero también para familias. Grecia, la cuna de la civilización occidental, guarda secretos y leyendas de otras épocas en su Acrópolis de Atenas y alberga algunas de las mejores puestas de sol del mundo en la bella Santorini.

Si lo que se quiere es pasar unos días en la carretera y conocer varios lugares, una gran opción es la Selva Negra. Salpicada de castillos, siempre en compañía de los Alpes, ofrece bonitos paisajes y folclóricos pueblecitos llenos de vida.

También Florencia y la Toscana, ideales para apasionados del arte y amantes de lo bello, embriagarán al viajero con su rico patrimonio artístico y cultural. Los pueblecitos esparcidos por toda la campiña toscana harán que el viajero no olvide jamás su deliciosa cocina local y sus excelentes vinos, que serán el maridaje perfecto para unas vacaciones inolvidables.

Ciudades europeas para viajar en verano

Cercanas y llenas de personalidad, las ciudades europeas son un excelente comodín tanto para pasar una semana en verano, como para escaparse unos días el resto del año.

Londres y París, cada una con su propia personalidad, tienen algo que ofrecer a todos. La Ciudad de la Realeza cuenta con grandes museos, entre los cuales se encuentran el British Museum, la National Gallery y el Victoria & Albert Museum, y animados mercados callejeros y maravillosos parques en los que sentarse a leer o a merendar; mientras que la Ciudad de la Luz resulta inspiradora con sus quartiers (barrios) de calles adoquinadas y cafés locales, siempre llenos.

En la bella Italia, Venecia y Roma ofrecen imágenes de postal. Con sus característicos canales, Venecia cuenta con palacios erigidos sobre el agua, colecciones de grandes maestros y una deliciosa comida local. En Roma se puede disfrutar de la dolce vita pidiendo un deseo en la Fontana di Trevi, comiendo un delicioso plato de pasta en la Piazza Navona y empapándose de arte y cultura en el Panteón y sus incontables galerías de arte.

Y nos vamos de nuevo a Portugal y sus ciudades, con sus estrechos callejones, escondidas iglesias barrocas, teatros fabulosos y amplias plazas. Las cautivadoras ciudades de Oporto y Lisboa son ideales para descubrir el arte, la cultura y la gastronomía del país. Se puede disfrutar de un murmullo acogedor y cartas con contundentes platos en sus tascas familiares y lanzarse a las animadas y eclécticas noches en sus barrios (Galerias en Oporto y El Bairro Alto en Lisboa). En ambos lugares, los niños disfrutarán con creces comiendo pastelitos y recorriendo la ciudad a bordo del tranvía.

Seguimos hacia el este de Europa y nos vamos ahora a las capitales de Suecia y Hungría, Estocolmo y Budapest, son ideales para viajeros insaciables, dispuestos a dar largas caminatas y a visitar hasta el último rincón. Budapest deja sin aliento, sobre todo de noche, cuando sus luces se reflejan en el Danubio, y se puede disfrutar de la excelente oferta fiestera de la ciudad. Durante el día, su arquitectura barroca, neoclásica y art noveau, resulta fascinante.

Con temperaturas un poco más bajas, Estocolmo cuenta con media docena de restaurantes con estrella Michelin y es una ciudad de obsesiones gastronómicas. Sus noches permiten tomarse una cerveza tranquilamente o ir a un club que se anima a partir de las 3.00, también se pueden encontrar conciertos de música alternativa en directo. Gloriosos edificios, museos, galerías y parques a montones ocupan hasta la última hora del día del viajero en la ciudad.

Destinos con costa para viajar en verano

¡No nos cansaríamos de viajar a Italia! Y es que en este país mediterráneo se esconden algunos de los mejores destinos para los amantes de la costa. En el sur, Nápoles y la Costa Amalfitana ofrecen al viajero ocio y descanso a partes iguales. En la ciudad más poblada de la zona, se encuentran algunas de las reliquias romanas más espectaculares que se conocen.

Subir al monte Vesubio y acercarse a recorrer las fantasmales calles de la antigua Pompeya transportará al viajero atrás en el tiempo. Tras una mañana de turismo frenético por sus ruinas y museos, es obligatorio ponerse el bañador y relajarse en la playa de Positano o dar un paseo por los callejones de Amalfi hasta la Cattedrale di Sant’Andrea.

Por su parte, las islas italianas, Sicilia y Cerdeña, no tienen nada que envidiar. La bella Sicilia seduce a los viajeros con su deslumbrante diversidad de paisajes y tesoros culturales. En ella encontramos volcanes, montañas y por supuesto el mar, que constituyen un telón inigualable para las actividades al aire libre. La cocina siciliana es única y deliciosa y hay que disfrutarla allá donde se vaya. No puede dejarse de visitar Cefalú, con su increíble casco histórico medieval, y Palermo, donde se podrá pasear por los típicos mercados; todo un festín para los sentidos.

Igualmente bella, Cerdeña encarna el sueño Mediterráneo. Sus aguas cristalinas son mundialmente conocidas, pero solo aquel que visite el golfo de Orosei entenderá por qué. Ver cómo las montañas chocan con el mar es indescriptible. En el interior, sus pueblos y aldeas rurales gozan de un aire de otro tiempo y permiten salir de lo habitual, conduciendo por estrechas carreteras y disfrutando de una deliciosa comida local. Los amantes de las actividades al aire libre podrán hacer windsurf y kayak con las que llegarán hasta grutas ocultas en las rocas.

Y ahora un destino que cada vez más se está convirtiendo en el destino elegido por los viajeros para disfrutar de sus maravillosos contrastes: Albania. La Riviera Albanesa se baña en aguas turquesas de arena blanca como la de Ksamil, que se llena hasta los topes en las épocas más calurosas. Más al norte, los paisajes vírgenes de los Alpes Albaneses, sus lagos azules y sus bosques ancestrales, esperan la visita de los amantes de la naturaleza.

La visita a la capital, Tirana, es imprescindible para conocer el patrimonio cultural e histórico del país. Cultura y tradición conviven en perfecta harmonía, y el visitante quedará asombrado al ver los distintos estilos de vida de los habitantes de este, todavía, desconocido país.

Y si hablamos de zonas costeras e islas, no podemos olvidarnos de las Baleares. Alojada en esta zona, y aunque más pequeña que las ya nombradas islas italianas, Menorca es un destino cercano y maravilloso para disfrutar del sol y de sus increíbles calas. Se divide entre el norte, de playas más salvajes y rocosas, y el sur, donde predominan las de arena fina y aguas turquesas.

Su territorio está salpicado de bonitos pueblos llenos de encanto. Aficionados al senderismo o a la bicicleta se lanzan a recorrerla a través del sendero circular del Camí de Cavalls que rodea toda la isla. La gastronomía menorquina, encabezada por productos locales como la sobrasada y el queso de Maó, es exquisita. Solo los viajeros más previsores llegarán a tiempo para disfrutar de la indescriptible puesta de sol en el faro en el Cap d’Artrutx.

El gran viaje

Hay destinos que requieren mucho más tiempo y dedicación. ¿Y qué mejor que aprovechar las vacaciones de verano para visitarlos? Culturas fascinantes en las que el viajero se sumerge, olvidándose de la realidad. Los grandes viajes logran cambiar a las personas que los realiza, solo hay que atreverse a hacerlos y prepararlos con mucho mimo e ilusión.

Para los más cosmopolitas, Nueva York es un destino excelente. Con sus rascacielos de cristal, grandes parques, interesantes museos e impresionantes vistas, la ciudad custodiada por la estatua de la Libertad promete al viajero un sinfín de experiencias, tanto de ocio, como culturales o gastronómicas. El placer de deambular por sus calles y la personalidad de sus barrios lo convierten en un lugar único.

Nos vamos ahora al continente asiático, porque escapar del día a día resulta sencillo si se viaja a Tailandia, Vietnam o Indonesia. Tras unos días entre ciudades abarrotadas, templos que son verdaderas obras de arte, artesanías tradicionales y joyas gastronómicas locales, la vuelta a la rutina será un poco menos dura y las prisas y el ajetreo nos parecerán muy lejanos.

Tailandia, con su gran riqueza cultural, su interior rural y sus potentes sabores, logrará que el viajero se sienta lleno en cuerpo y alma. Más todavía después de darse un chapuzón en alguna de sus soñadas playas. Relativamente cerca, Vietnam disfruta de una belleza natural indescriptible. Se puede practicar senderismo entre los ondulantes arrozales, deleitarse con un manjar típico de equilibrados sabores, perderse por las callejuelas de sus sofisticadas ciudades en busca de templos y pagodas o escaparse a alguna isla de arena blanca y aguas cristalinas. E Indonesia, por su parte, tiene a su alcance una variedad de experiencias casi insuperable: islas paradisíacas, extensos parques nacionales, volcanes, animales salvajes y valles que esconden tribus antiguas que son verdaderos tesoros culturales. Se escoja el destino que se escoja, estos lugares cambiarán al viajero para siempre.

Merece la pena virar ahora de nuevo hacia continente americano, porque la diversidad que ofrece Colombia se encuentra en pocos países y merece la pena visitarla. Su importancia histórica y el recuerdo de una lejana época colonial lo convierten en un destino con un atractivo incomparable. Las coloridas casas de sus pueblecitos se han descrito en innumerables novelas, sus tesoros escondidos son más propios de películas que de la realidad y cualquiera creería que está soñando si se pierde por sus maravillosos parques nacionales. Refugios, ríos, cafetales, islas y grandes ciudades como Medellín, hacen de Colombia el lugar perfecto para recargar pilas.

Y no podíamos acabar este artículo sin recomendar un viaje a Corea y Japón. No demasiado lejos el uno del otro, ambos países prometen experiencias totalmente distintas. Impresionantes palacios, tumbas reales y templos a montones, ambos destinos integran a la perfección la cultura y la tradición de tranquilas aldeas con el bullicio y el ajetreo de grandes megápolis como Seúl o Tokio.

Visitarlos en primavera y disfrutar de la floración de los cerezos dejará sin palabras. El resto del año, uno puede escoger la ruta a seguir según lo que quiera visitar: templos, santuarios, jardines, mercados, playas, ciudades, castillos… ¡La lista es interminable!

Sabemos que es difícil escoger un único destino, pero una vez tomada la decisión, las guías Lonely Planet serán el aliado ideal para planificar y vivir mejor viaje.

¡A por la aventura, viajero!